Tony Huamaní Consamollo de 26 años de edad, murió este 25 de julio y se convirtió en un ángel para una familia. El balón de oxígeno al que estaba conectado quedó a la mitad, y fue usado por otro paciente que gracias a este acto de bondad, logró resistir y salvarse.
Los familiares de Tony sabían lo complicado que era conseguir un balón de oxígeno, y no dudaron en acceder a las súplicas de aquella mujer desesperada que buscaba salvar a su esposo. Le prestaron el balón y por el dolor de la pérdida ni se acordaron de preguntar nombre ni celular del paciente ni de su familia.
«Solo recuerdo que estaba desesperada la señora porque la saturación de su esposo había bajado y la única manera de salvarlo era con oxígeno. Por el shock en que estábamos, ni nos acordamos de preguntar su nombre. Por eso recurro a ustedes para que hagan el llamado. Necesito devolver ese balón que era alquilado y debo pagar mil soles», escribió Mónica (hermana de Tony) a Epa Noticias para ubicar a la señora.
Este llamado se realizó la mañana del miércoles 29 de julio, y a los siguientes minutos la señora que se identificó como Claudia, con lágrimas agradeció el gesto y luego devolvió el balón. Ella tampoco sabía los nombres de esas personas bondadosas.
«Recién ahí me enteré que ese oxígeno les duró tres días, y para mi es como un milagro. Sirvió para que el esposo de Claudia se salve. Ahora se que mi hermano desde el cielo evitó que el señor muera y deje huérfanas a sus dos hijitas», nos narra Mónica.
Sin duda, todo lo que su familia pasó antes, durante y después de la muerte de Tony, les ha dado una gran lección de vida. En lo familiar, estaban divididos y tras su muerte la familia se unió.
Inicio de la tragedia
Tony era un Chef con todo un futuro por delante, y se fue de ese mundo sin cumplir varios de sus sueños. Era el menor de 6 hermanos y para todos era el más fuerte. Por esa razón, cuando empezó la cuarentena, fue el único que salía a realizar las compras al mercado.
Todo iba bien, hasta que a mediados de julio empezó a presentar síntomas de Coronavirus. Se hizo la prueba y salió positivo. Hasta entonces no tenía problemas. Se recuperó y de manera extraña tuvo una recaída.
Los médicos no entendían el porqué su cuerpo no toleraba ningún medicamento, y por eso le hicieron más estudios al joven. El resultado fue que tenía diabetes y jamás lo sospechó. Su muerte fue inevitable.
«Por todo lo que nos ha tocado vivir, pedimos a la población que siempre deben hacerse chequeos médicos. Si hubiéramos detectado su diabetes a tiempo, jamás hubiera pasado esto», lamenta la joven.
Les queda el recuerdo de aquel hermano menor que a veces parecía el mayor. Fue tanto el amor por su familia que en la cuarentena los cuidó hasta que se contagió. Lo más triste es que solo pocos se despidieron de él. Hasta su madre no pudo asistir al último adiós por ser vulnerable.
Tony ya era conocido en el mundo de la gastronomía y tenía muchos amigos y hasta clientes que disfrutaban de sus comidas. Muchos de ellos no saben hasta ahora que ya no está en este mundo. Y es que así de cruel es la pandemia. Muchas personas se han ido de este mundo sin dejar ni una cruz con su nombre.
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