Una cruda realidad. Davio T. V. (16) y María G. O. (16), eran naturales del centro poblado Ccarhuac, perteneciente al distrito de Yauli en la región Huancavelica. Ambos menores decidieron aventurarse a la ciudad de Arequipa trayendo consigo su miel de abeja para vender. Nunca imaginaron que aquí encontrarían la muerte.
Los adolescentes se enamoraron a los 14 años, y llegaron hace un año a la Ciudad Blanca. Alquilaron una habitación en Peruarbo de Cerro Colorado, y todos los días salían a recorrer varios kilómetros para vender la miel y otros productos andinos.
La pandemia limitó sus sueños y ganas de salir adelante, y por esa razón, hace cuatro meses regresaron a su pueblo. Recién ayer martes 13 de julio habían retornado hacia Arequipa, con la meta de quedarse y forjar un futuro diferente. Tenían planeado juntar dinero para estudiar, comprar sus muebles y hasta una casita. Todo se truncó.
Ya en su cuarto alquilado, aparentemente prendieron la cocina para derretir la miel en la mitad de un cilindro. Se cree que por el cansancio del viaje se habrían quedado dormidos, y la miel se evaporó causando que el fuego se apague y el ambiente se contamine con el monóxido de carbono.
Como la precaria habitación no tenía ventilación, ambos murieron intoxicados por el monóxido en pocos segundos. Los peritos y policías que participaron en el levantamiento de los cadáveres, informaron a la Fiscalía que el cuerpo de la menor estaba en el piso sobre una colchoneta, mientras el varón en el piso de baño. Se presume que intentó intentó arrastrase hacia el exterior en busca de ayuda.
El levantamiento de ambos cuerpos se realizó la media noche del martes, y hoy miércoles los cuerpos fueron retirados de la morgue y partieron hacia su natal Ccarhuac. El hermano del varón se los llevó en medio de un profundo dolor. Se supo que ambos serán enterrados juntos, como una muestra de respeto al gran amor que se tenían.