Luego de 11 meses, los policías de Requisitorias detuvieron al obrero Juan Armando Turpo Fernández (29), acusado por el asesinado de la señora Justina Silva Zevallos (72), ocurrido el 10 de enero del presente año, en la casa de la víctima ubicada en la calle Francisco Mostajo de Yanahuara.
La mujer adulta fue hallada 5 días después, luego que su hija Mónica reportara su desaparición, al no tener respuestas de ella y no poder ingresar a la casa. Cuando los agentes de Yanahuara pudieron trepar con ayuda de una escalera, hallaron muerta a la señora muy cerca a dos lavadoras, dónde estaba cruzada una escalera y de dónde colgaba un alambre atado a su cuello.
La primera impresión fue un suicidio (coartada del auto), pero con la necropsia se determinó que la causa fue “asfixia mecánica por compresión cervical”. Es decir, no se suicidó, sino la estrangularon y adulteraron la escena para hacer creer de un suicidio.
Con la investigación que realizaron los agentes de Homicidios de la Divincri, se conoció que la víctima había contratado al albañil en el óvalo Mariscal Castilla de Mariano Melgar, para que haga enchapes (acabados).
Además, en una agenda de Justina, se halló un escrito dónde señalaba que temía al obrero debido a que la había amenazado de muerte. Fue cuando Juan Armando, cuyo nombre estaba en la agenda, se convirtió el único sospechoso.
Una vez que se visualizó las cámaras de seguridad, se observó que la mañana del 10 de enero, el sujeto llega al frontis de la casa y tras unos minutos, ingresa y no vuelva a salir más. Posteriormente se estableció que fugó por la parte posterior, al obtener las llaves de la casa.
Según la investigación, se estableció que el móvil fue el robo. La cartera de la señora estaba rota y faltaban su celular, dinero, y tarjetas de crédito. No se sabe aún si también sacó dinero de las tarjetas.
Ahora, estará detenido por 72 horas, y luego de realizarse todas las diligencias, la fiscalía pedirá su prisión preventiva por nueve meses, por el presunto delito de asesinato. La fiscalía solicitará en la investigación la cadena perpetua, por la ferocidad con la que actuó y también el robo cometido.