Un tercer crimen entre ciudadanos venezolanos, es investigado por los agentes de Homicidios de la Divincri. La noche del jueves, el extranjero Reymon Emilio Calderón Rojas (35) fue acribillado de siete disparos en el cabeza, dentro de un taxi que supuestamente lo llevaba de Miraflores hacia al Terminal Terrestre.
El ataque, según su pareja, Luisiana Rodriguez Sayago (23), ocurrió a las 18:30 horas del jueves, por Los Arrayanes (Sachaca), una ruta poco usual teniendo en cuenta que salieron de Miraflores hacia el terminal. Ella, también de nacionalista venezolana, dijo que tenían que viajar de regreso a Moquegua, y por eso tomaron un taxi en la calle que casualmente también era manejado por su compatriota Irving Hernández Rincones (21).
Este último contó a la policía el mismo día del crimen, que tomó esa ruta porque su GPS le indicaba que era más rápido para llegar al Terminal Terrestre, sin embargo, de Miraflores la vía más corta y rápida es la Av. Venezuela.
También señaló que antes de salir de la trocha para llegar hacia el puente San Isidro, vio caminando a tres sujetos (uno armado) y por temor se detuvo. Inmediatamente dijo que los sujetos se acercaron a su unidad, y abrieron fuego contra su pasajero Emilio Calderón.
Tras retirarse los sujetos, dijo que junto a la pareja del baleado acudieron hacia el hospital Goyeneche, dónde llegó sin signos vitales.
En tanto, la pareja de la víctima contó que los sujetos se acercaron a su unidad y en eso Emilio le hizo agachar la cabeza y solo escuchó los disparos. “Cuando me levanté, mi pareja había sido baleado”, dijo ante las autoridades.
Estás versiones poco claras y con ciertas contradicciones, hacen presumir que “centraron” a Emilio Calderón. No se descarta que el asesino haya estado en el taxi, y disparado desde el asiento del copiloto. Sin embargo, hasta ahora solo declaró la mujer, y el taxista no acudió a su citación.
La necropsia realizada en la morgue central, arrojó que Emilio murió de laceración encefálica y trauma contuso perforante. Le hallaron cuatro orificios perforantes y 3 penetrantes en el cráneo. Es decir, hubo crueldad y ferocidad, típica acción de un sicariato.
En el auto hallaron una maleta y objetos personales solo de la mujer.
Crímenes de venezolanos
La madrugada del 12 de septiembre, al interior de la ex búnker, ubicado en la Av. Dolores de Bustamante y Rivero, el venezolano Ricardo Peña Perales (31) fue baleado en medio de una fiesta privada que organizaron los extranjeros. Otras tres personas resultaron heridas y la policía señala que se trata de un ajuste de cuentas.
El segundo caso de sicariato ocurrió la noche del 11 de noviembre, en la la Av. Principal de Juan XXIII de Miraflores, dónde un joven fue baleado más de 10 veces en la cabeza. Era su cuarto día en Arequipa y estaba alquilado en una habitación del inmueble Ñ-3, cuando cinco sujetos armados ingresaron al inmueble y pese a que se lanzó por la ventana hacia la calle, fue alcanzado en la pista y asesinado.
Los agentes no descartan que los tres casos estén relacionados, debido a la crueldad y la forma como se cometieron los asesinatos. Podría haber una lucha entre bandas delincuenciales que buscan tomar poder en esta ciudad.
La primera foto es del crimen en la ex búnker, y el segundo en Miraflores.