Shirley Cusilayme Sucapuca (30) llevaba tres meses trabajando como cuidadora en el Centro de Acogida Residencial (CAR), Casa Isabel II en Socabaya. Era muy amable y querida, pero irónicamente fue asesinada por las tres menores de las cuales estaba a cargo. A ellas no les importó matarla, con tal de fugarse del albergue.
El crimen ocurrió al promediar las 22:00 horas del domingo 26 de septiembre, y recién se descubrió después de 40 minutos. Sus compañeras de trabajo la hallaron en medio de dos camas, amarrada de pies y manos con sábanas y prendas.
En el intento de salvarla la llevaron con los agentes de Ciudad Mi Trabajo al hospital Honorio Delgado, donde solo certificaron su deceso. No tenía lesiones visibles en el cuerpo y todo apuntaba a que fue asfixiada. La necropsia corroboró esta hipótesis y arrojó que murió por asfixia mecánica por estrangulamiento.
La investigación quedó a cargo de los agentes de Homicidios de la Divincri, quienes coordinaron con las demás unidades de la policía, la búsqueda de las menores M.R.E.CH. (15), R.H.Q.Z. (15) y M.T.Q.U. (15). Este cerco trajo resultados el lunes en la tarde, cuando en Camaná se retuvo a las dos primeras de la lista.
Ellas reconocieron que ayudaron a reducir a la cuidadora y la amarraron de pies y manos, pero negaron el crimen. Aseguraron a la Policía que la menor M.T.Q.U. (15) dio muerte a Shirley Cusilayme y que también la idea de la fuga, fue planeada por esta menor que aún está prófuga.
Según se pudo conocer, esta menor ya habría fugado a Secocha, debido a que tenía un enamorado con el que se comunicaba a diario y trabajaba por esa zona. Esta localidad ubicada en la provincia de Camaná, es netamente minera y la informalidad prolifera por la ausencia de las autoridades. Es conocida como la zona donde están refugiados la mayoría de los ciudadanos que huyen de la justicia.
Con la investigación que vienen realizando los agentes de Homicidios, también se conoció que las menores prófugas vulneraron un casillero. De allí sacaron 500 soles que le pertenecía a la adolescente aún prófuga, y además se apoderaron del celular de la víctima. Este dinero y equipo habrían sido llevados por M.T.Q.U. (15).
El lunes por la tarde el cuerpo de la víctima, una profesional egresada de la Universidad Nacional de San Agustín de la carrera profesional de Trabajo Social, fue retirado de la morgue por sus familiares. Por la noche fue velada en su casa de Ciudad Blanca en Paucarpata, en medio de profundo dolor y sobre todo incomprensión. La familia no asimila como las menores a quienes tanto amor les dio, terminaron por acabar con su vida.
Por ser menores de edad, lo más probable es que sean llevadas a un albergue en Lima, hasta que cumplan 18 años. Son investigadas por la infracción a la ley penal y la sanción máxima es recluirlas en un centro de rehabilitación que en el caso de mujeres, solo existe en Lima.