El equipo multidisciplinario de la Línea de Acción Justicia Juvenil Restaurativa del Distrito Fiscal de Arequipa como parte del Programa de Prevención Estratégica del Delito impulsado por Fiscalía de la Nación, ha identificado entre los menores atendidos, factores de riesgo que pueden predisponer a cometer algún acto infractor.
La Coordinadora psicóloga de Justicia Juvenil Restaurativa, Dayana Gonzáles Cornejo manifestó que en la evaluación psicosocial realizada en los últimos cuatro años, el consumo de alcohol y la falta de supervisión de parte de los padres de familia, están entre los factores de riesgo más recurrentes entre los infractores.
Asimismo, la falta de compromiso y un proyecto de vida, deserción escolar, déficit de aspiraciones y empatía, emociones negativas con su entorno y familia, creencias negativas, baja autoestima, deficientes habilidades sociales, débil formación de sus opiniones. También, poco análisis crítico, falta de tolerancia a la frustración, grupos de pares de riesgo, violencia familiar, problemas económicos y familiares, dificultades en la crianza, apego emocional inseguro, alcoholismo en la familia, falta de control de impulsos, poca tolerancia a la frustración y carencia de valores.
Sin embargo, también se han identificado factores protectores que ayudan a apartar a los menores de un mundo delictivo, que son identificados, reforzados y trabajados desde la Línea de Acción Justicia Juvenil Restaurativa. Entre ellos destacan el interés de los menores en terminar sus estudios, presentan un proyecto de vida, reconocimiento y reparación del daño ocasionado, talentos y habilidades artísticas, deportivas e intelectuales, entre otros.
La psicóloga Dayana Gonzáles Cornejo recomendó a los padres de familia, la supervisión apropiada de las actividades de los hijos, incorporar al adolescente a las distintas organizaciones de apoyo social (clubes deportivos, de teatro, grupos religiosos, y otros), asistir a las escuelas de padres, fomentar la participación en actividades familiares. Que los padres sean capaces de establecer reglas claras y firmes, pero a la vez flexibles, que pueden discutirse de manera abierta y racional con los hijos.
Por parte de la sociedad civil y privada, la creación de estructuras de sostén, como los grupos de autoayuda, los grupos recreativos, culturales y deportivos, y los centros de capacitación profesional; así como centros de terapia familiar.
Finalmente, la escuela debería jugar un factor importante en la prevención de la delincuencia mediante programas que eviten el fracaso escolar, el cual se debe, muchas veces, a retrasos en el desarrollo, discapacidades del aprendizaje, problemas emocionales, o falta de habilidades académicas. Los programas educativos deben fomentar la motivación del menor hacia el estudio.
La Línea de Acción Justicia Juvenil Restaurativa en Arequipa beneficia actualmente a 60 infractores a la ley penal, entre las edades de 14 y 17 años de edad, por delitos no graves. Los menores reciben orientación psicológica y social, participan en charlas y actividades, para reparar el daño cometido a la sociedad y no reincidir; también se integra a este proceso a los padres de familia.