Un jubilado que pensó ganar dinero con la compra de “pepitas de oro”, terminó siendo estafado con 12 mil soles. Todo ocurrió la tarde del jueves, cuando Manuel P. P. (83), fue al Cercado para una prueba Covid-19. Cuando se encontraba por la quinta cuadra de la calle Piérola, fue abordado por un supuesto minero que dijo llamarse Juan Salas.
Esta persona, le aseguró que era un minero procedente de Chala y que había llegado hacia Arequipa para vender sus “pepitas de oro”, para comprar maquinaria y así trabajar en su actividad.
Tras este diálogo, Salas, le ofreció su oro, a lo que el adulto le negó. Sin embargo, de inmediato apareció otro varón de unos 50 años y de 1.80 metros, quien se ofreció a comprar parte del oro. Y así fue. Le entregó una fuerte suma de dinero y luego se fue aparentemente muy feliz por la inversión.
Entonces, Manuel le dijo al vendedor que él también tenía dinero en su casa, y junto al supuesto minero se fueron hasta el pueblo joven Independencia de Alto Selva Alegre, donde el estafador se quedó a cuadras de distancia, mientras la víctima sacó su cofre con mil dólares y 8 mil soles.
Una vez que se encontraron, el “minero” cogió el cofre y luego le entregó una bolsa de tela donde supuestamente estaba su dinero y las pepitas.
Sin embargo, una vez que el jubilado llegó a casa y abrió la bolsita, solo halló un paquete de papeles y una piedra. Recién se dió cuenta que perdió el dinero que era de su jubilación y que con tanto cariño guardaba para sus gastos.
Ante esta primera estafa bajo esta modalidad, la Policía alerta a los ciudadanos a no caer en este engaño muy conocido y antigüo. Pide ignorar a esos supuesto mineros que solo buscan adultos mayores. Se recomienda a los jóvenes a hablar de este tipo de estafas con sus padres, tips y demás familiares mayores.
Está denuncia fue presentada en el área Estafas de la Divincri, dónde el año pasado se registraron más de 15 denuncias bajo la misma modalidad. Hubo una víctima que perdió 33 mil soles y hoy quedó en la miseria.