El caso que involucra al militar Naldo Briceño, de 47 años, y a los suboficiales PNP Enrique Cabrera (26) y Carlos Quispe (24) dio un giro inesperado después de que Briceño retirara sus acusaciones de agresión y robo contra los efectivos policiales.
Según la versión inicial presentada por el militar, el pasado domingo habría sido víctima de una agresión por parte de los suboficiales, alegando haber sido golpeado y despojado de su celular en un incidente que describió como un robo tras una gresca.
No obstante, Briceño modificó su postura, manifestando que su denuncia inicial fue realizada en un momento de cólera y que, en realidad, todo se trató de un altercado sin mayores implicaciones.
Este cambio de posición por parte del denunciante llevó a la liberación de los suboficiales, quienes se encontraban detenidos desde el día de los hechos. La decisión de liberarlos fue tomada por el fiscal Rubén Núñez, tras la renuncia del militar a continuar con la denuncia.
Las circunstancias precisas que rodean este incidente generan interrogantes sobre lo sucedido realmente entre las partes involucradas. La retractación del militar ha generado debate en torno a la veracidad de los hechos inicialmente denunciados y ha planteado cuestionamientos sobre las motivaciones detrás de la acusación inicial.