#Justicia. A sus 25 años, Victor Raul Copa Quispe era muy independiente y el mismo costeaba sus estudios de topografía en un instituto de la Av. Goyeneche del Cercado. Trabajaba en la carpintería de su hermano y por la tarde se iba a sus estudios.
Sin embargo, la tarde del sábado, fue la última vez que sus familiares lo vieron con vida. Les había dicho que iba a salir con sus amigos y desde entonces no tuvieron comunicación con él.
«Le llamamos por la noche pero no contestaba. Creíamos que estaba con sus amigos y no quisimos molestarlo. Como el domingo no llegó, y le empezamos a llamar pero su celular estaba apagado. Recién como a las once de la mañana se prendió y lo empezamos a llamar pero solo timbraba y timbraba», cuenta su hermano.
A esa misma hora que su celular se encendió (domingo medio día), su cadáver era hallado como NN en el ojo El Bautista del anexo de Yumina de Sabandia. Primero creían que se trataba de un indigente debido a que no tenía zapatos ni pertenencias, pero al retirar el cuerpo del canal se verificó que se trataba de un crimen.
Tenía viceras expuestas por un corte enorme en el abdomen y tambien el cráneo hundido que dejó manchas de sangre en su rostro. Ya con la necropsia se determinó que murió por Tec grave, producto de ocho golpes con piedra en su cabeza.
Esta piedra y el cuchillo de cocina fueron hallados a unos 4 metros del cadáver, al pie de un árbol. Allí también estaba su lentes de medida. Por todo estos detalles la policía sospecha que lo acuchillaron y se aseguraron de matarlo con la piedra. Finalmente ocultaron su cadáver entre los arbustos y se llevaron su mochila, celular, billetera, zapatillas y demás prendas.
Ahora que se sabe su identidad, la policía busca todas las pistas para dar con el asesino o asesinos. Los familiares están seguros que estos serían de su propio entorno y que llegaron al lugar junto con el. Solo piden llegar a la verdad y que la justicia se encargue de castigar al asesino. Anoche retiraron su cuerpo.