El caso de Quintín Laura Chambi, un canillita de 83 años de edad en el distrito de Socabaya, ha generado indignación y preocupación en la comunidad después de que al menos 15 agentes de seguridad ciudadana de la Municipalidad Distrital le arrebataron su quiosco de venta de periódicos el pasado 17 de julio.
El argumento esgrimido por los trabajadores y funcionarios de la gerencia de Desarrollo Económico fue que el anciano no tenía licencia de funcionamiento ni autorización municipal para operar su quiosco. Sin embargo, tras conocer el caso, los regidores de la municipalidad aprobaron en una sesión de concejo municipal que Quintín Laura Chambi regularice sus documentos en un plazo de 48 horas, después de lo cual se le devolvería su quiosco.
Lo sorprendente es que Quintín Laura cumplió con los requisitos exigidos por la municipalidad, pero hasta la fecha, la comuna distrital no ha restituido sus pertenencias al octogenario. En lugar de su quiosco, han sido los vecinos de la zona y sus amigos quienes le han prestado una mesa para que pueda seguir trabajando.
La situación de Quintín Laura se agravan por el hostigamiento constante que sufre el anciano por parte de los trabajadores ediles, quienes le toman fotos todos los días. Según sus familiares, esta situación ha causado daños psicológicos significativos, ya que el octogenario llora todas las mañanas.
La comunidad y diversos sectores de la sociedad civil se han unido en apoyo a Quintín Laura, exigiendo a las autoridades municipales de Socabaya que cumplan con el acuerdo y devuelvan su quiosco. Este caso ha resaltado la importancia de proteger los derechos de los ciudadanos, especialmente cuando se trata de personas de la tercera edad que dependen de su trabajo para subsistir.